Pujada al Castell de Castelldefels

Martes 6 de diciembre, Castelldefels

Desde hace bastantes días no corro por culpa de una lesión y me apetece correr la "Pujada al Castell" de Castelldefels. El domingo pasado no pude participar en la media de Mataró y me quedó esta espinita. Hoy martes día 6, varios sedentaris estamos apuntados para participar en la 'Pujada al Castell' , una carrera popular de casi 5km que tiene la salida en la plaza del Ayuntamiento y la meta en el castillo.

En esta ocasión conozco el recorrido puesto que el jueves lo hicimos con Manel. Aquel día me resentí de mi lesión en el bíceps femoral de mi pierna izquierda. Me da rabia estar lesionada y constatar que no estoy al cien por cien. Me siento igual que cuando jugaba a básquet y me hacía esguinces en los tobillos. Hay sensaciones que no cambian. Aunque sé que no estoy recuperada del todo, decido probarme en el calentamiento. No noto casi ninguna molestia así que me preparo para salir y correr junto con todos los sedentaris que también la corren. Esta vez somos muchos: Iñaki, Will, Joan, Manolo, Manel, Esther, Núria, Toni, dos amigos de Joan... 

En esta ocasión, mi dorsal es el 591.

El punto de encuentro es en la misma plaza de salida. Hay mucha gente. Además de la gente que participará en la carrera, está la feria de Navidad y la plaza está llena de paraditas. ¡Cómo me gustan estas firas! Nos hacemos varias fotos y seguidamente cada uno se coloca, como puede, para empezar. Llevo muchos días -desde la Jean Bouin- sin ritmo de entreno así que decido que no miraré el Garmin. Ya en la línea de salida Manel no consigue conectar los satélites del suyo. Se pone nervioso. Faltan pocos segundos para que den la salida y el Garmin parece que le va a dejar colgado. Los intercambiamos. En esta ocasión, a mi no me importa no tener un Garmin conmigo.

 

Los sedentaris antes de la salida

A las 10am, se inicia la carrera. Qué follón en la salida. Al poco de empezar, noto que mis molestias siguen ahí y los pinchazos son fuertes. Lo mejor habría sido parar pero pienso que quizá, a medida que vaya rodando, el músculo se me calentará e iré mejor. Así pues, decido continuar. Además, es un recorrido corto y, a malas, siempre puedo abandonar más adelante.

En los tramos llanos aguanto bastante bien y mi pierna me da una tregua. Pero en las subidas, es otra historia. No puedo hacer fuerza con mi pierna izquierda y, por lo tanto, todo el peso de mi cuerpo recae sobre la derecha.

Salgo con Esther y Núria, aunque al poquito ya nos separamos. En el primer kilómetro noto la falta de entreno y, a pesar de que no voy ahogada, se me hace largo. El siguiente, enfila subida aunque, como conozco el recorrido, me animo pensando que en el siguiente kilómetro hay una bajada bastante pronunciada. Paso por delante de casa de Iñaki, veo a su madre que me saca una foto. Gracias! 

Tras este kilómetro de subida, la esperada bajada para de nuevo enfilar ya el tramo final, con una subida de aupa. Ahí sí que ya voy fatal de la lesión. A la llegada, Ani, Eli y Marta me animan. Yo, ni las oigo. Aún así, gracias mil.

Tras la llegada, una ducha y nos vamos de tapeo en el que no faltan las bravas.  Luego, comemos unos pollos con Joan, Esther, Manolo y Manel. En la comida, seguimos con el tema runner e intercambiamos bromas y consejos acerca de los retos personales de cada uno. La comida resulta muy agradable y una buena manera de acabar la jornada sedentaria.