Miércoles 31 de octubre de 2012
Han cancelado mi vuelo a Barcelona. Estava programado para esta tarde pero British Airways lo ha suspendido. Ahora tocará la odisea de encontrar otro vuelo para regresar. Consciente de ello, me pongo el despertador a las 5am. para poder llamar a la chica de la agencia en Barcelona y no perder tiempo por lo del cambio horario. Me despierto y cojo el teléfono. No tengo demasiada cobertura pero consigo, no sé todavía cómo, contactar con Barcelona. Me vuelvo a dormir hasta pasadas las ocho. Me levanto y voy directa a la ducha. Hoy es tremendo. Ayer el agua estaba fría. Hoy está directamente helada. En New York cada vez hace más frío y cada vez se nota más la situación precaria en la que estamos. Bajo a desayunar y la situación es más de lo mismo: desayuno con velas y sin diamantes.
Washington place, enfrente de mi hotel