miércoles, 30 de noviembre de 2011

Bilbao - Dimarts i Dimecres

De nuevo estoy en Bilbao. Llegué ayer martes al mediodía. Esta semana, mi segunda ronda de clases, martes y miércoles de 18.30h a 22.00h. Ayer prácticamente no tuve tiempo para nada. Hora de llegada al  aeropuerto según lo previsto, a las 14.30h.  Taxi  y directa al hotel. Tras comer algo, me dirijo hacia la Universidad. Cuatro horas de clase y acabo rendida. Para cenar, unos pinchos y luego, el merecido descanso....

Miércoles
Me he levantado temprano para teletrabajar y acabar de preparar mi clase de la tarde. Después del desayuno subo al gimansio, situado en la treceava planta, aunque solamente para sacar algunas fotos de las vistas. Coincido con un chico muy magete.Tampoco él hace gimnasia. No entiendo bien qué hace allí pero no pregunto. Yo a lo mío. Al verme tan aficionada sacando fotos (no soy de las que sólo saco una), me cuenta que los habitantes de Bilbao se refieren a su ciudad como "el Bocho", que literalmente significa "el agujero", ya que toda ella está rodeada por montañas. 
Vistas de Bilbao desde el hotel Ercilla

Al mediodía he quedado con Eduardo y Fang Xiao para ir a comer. Nos dirigimos hacia el casco antiguo, una de las zonas que la semana pasada no pude visitar y que el amigo de Manel, Marc, me había recomendado. Al pasar por la ría saco uno foto del Ayuntamiento y la Artxanda detrás de él. Me hubiera gustado poder subir en el funicular para poder contemplar las vistas panorámicas de la ciudad. Otra vez será. Ya tengo una excusa más para regresar a Bilbao.

El Ayuntamiento y la Artxanda desde el puente del Arenal

Algunas de las curiosidades que he descubierto hoy de camino al casco antiguo.
  • El actual hotel Carlton, en la plaza Moyúa,durante la guerra civil fue la sede del ejecutivo vasco, presidido por el pimer Lehendakari de Euskadi, José Antonio Aguirre. Los sótanos del edificio fueron utilizados como mazmorras para presos. Si uno se fija en los escalones que dan acceso al hotel, se pueden ver todavía hoy  los cuatro respiraderos a través de los cuales entraba la única ventilación a esos sótanos.


  • Las bocas de metro se conocen como "los fosteritos", clara referencia a Norman Foster, que fue quien diseñó el metro de Bilbao. Están repartidos por toda la ciudad y son de muy fácil identificación. Su estructura, de sucesivos anillos que se curvan, recuerdan en algo al cuerpo de un ciempiés.
  • El casco antiguo de Bilbao, que es el origen  y el núcleo más antiguo de la actual ciudad, se conoce con el nombre de las "Siete Calles". Son estrechas y están repletas de comercios y abundantes bares para el tapeo. La ciudad creció a partir de este centro y lo hizo fundamentalmente a partir de las diferentes profesiones que se fueron agrupando en las calles adyacentes a estas siete iniciales. En los alrededores, pues, hay oficios como son los "cintureros", "sombrereros", "sastres"....    


  • Esta zona fue de las más dañadas por las las inundaciones de agosto de 1983. Sus calles quedaron completamente anegadas por el agua y, de hecho, todavía en muchos lugares hay marcas que recuerdan hasta dónde llegó el agua.... 


      Bar recomenado para tomar unas "cazuelitas" aunque no pude probarlas
      Quizá next time  

      • Los "Olentzeros".  Me explican que se trata de un personaje navarro de la tradición navideña vasca. La figura del olentzero es la de un carbonero huraño, representado con ropas sucias de carbón, bastante gordo y algo borrachín que bajaba a las ciudades y pueblos para traer regalos a los niños justo en Navidad. Vamos, sería en el País Vasco lo que la costumbre del "Caga Tió" en Cataluña.

         Se acerca la Navidad
        En algunas ventanan empiezan a verse olentzeros
        • La Basílica de la Virgen de la Begoña, patrona del antiguo señorío de Vizcaya.  En esta  ocasión, no he podido visitarla. Me he quedado con las ganas. Sin embargo, descubro que una estrella dibujada en el pavimento marca el único punto del casco viejo desde el que se puede ver, a lo lejos, la parte superior de la torre de esta basílica.



        La comida es en el restaurante Mandoya, en la calle del Perro, que también da nombre a la fuente que se encuentra al principio de la misma.


        Jueves
         

        Me levanto temprano. Es todavía negra noche. Llego al aeropuerto y está amaneciendo. Antes de embarcar todavía tengo tiempo de sacar alguna foto tras los cristales de la terminal. Hasta aquí ha llegado mi estancia en Bilbao esta vez. Hasta la próxima. Agur.





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