Son las 6.45am. Iñaki es el despertador para todos los runners. A las 7.45am hemos quedado con Íñigo así que no tenemos demasiado tiempo. A las 7.00am, el desayuno está en la mesa. Rosa, la dueña de la casa, lo tiene todo preparado. Desayunamos Iñaki, Ferran, Manel, Salvador y yo. No tengo ni pizca de hambre. Es lo de siempre. Aún así, sé que debo comer algo. Además, esta vez la carrera empieza muy tarde. Mi salida no es hasta las 11.40h, así que cojo un croissant, una tostada con aceite y me tomo un café con leche. En la bolsa, meto un plátano para más tarde.
Tra el desayuno, cogemos el coche hacia Donosti.
Los caretos no dan lugar a duda del madrugón
Ya en Donosti, dejamos el coche y nos encontramos con Íñigo. El bus no pasa y decidimos ir andando chino-chano hasta la estación de tren. Ayer compramos el billete así que es llegar y besar el santo. El Eusko-Tren nos espera. Literalmente vamos como sardinas. No tenemos asiento así que hacemos todo el trayecto de pie. Llegamos hasta Irún. Allí cogemos uno de los muchos autobuses lanzadera -he podido contar hasta más de diez- que nos lleva hasta Behobia, que está a escasos tres kilómetros. Hasta el momento, la organización me parece perfecta.
Iñaki ha reflejado en el dossier la salida de todos los Sedentaris
Ya en la previa se respira un ambiente distinto a cualquiera de las otras cursas que he hecho hasta el momento y el despliegue es espectacular. Desde primera hora, un sinfín de corredores se va congregando en la zona de salida. En la salida, un montón de policlins, y también de surtidores de agua para hidratarse. Se ven ya los primeros corredores calentando. Hay música de fondo constante que da un ambiente festivo al evento y un speaker que no para de animar y recordar a todos los corredores la necesidad de hidratarse, puesto que parece ser el día va a ser caluroso y con unas temperaturas que alcanzarán los 21 grados. Por cierto, Salvador, el "Presi" consigue que por megafonía se hagan eco de que estamos allí, y los Sedentaris recibimos una dosis de animación dirigida al equipo. Bien, Presi!
Mis nervios van en aumento y por momentos dudo de mis posibilidades. Intento relajarme concienciándome de que mi objetivo es acabarla. En realidad, sé que no es así. Quiero hacer una buena cursa, acabar con buenas sensaciones y no rebasar las dos horas. Observo a la gente de mi alrededor. Algunos me parecen más preparados. Otros, en cambio, no me lo parecen tanto. Sin embargo, debo ser cauta ya que en esto del running, las apariencias a veces también engañan.
El resto de Sedentaris creo que también están nerviosos. Sin embargo, ellos tienen algo más de experiencia en esto de las carreras largas y también la suerte de que salen juntos y, por lo tanto, compartirán hasta el último minuto... Íñigo e Iñaki han decidido unirse al grupo de las 11:24 así que en realidad, los Sedentaris saldremos en tres tandas. La primera, a las 11:24, con Manel, Joan, Ferran, Íñigo e Iñaki. La segunda, a las 11:32, con Salvador. Y, last but not least, la mía, a las 11:40.
Íñigo, Joan, Salvador, Anna, Manel, Iñaki y Ferrán (de izq. a derecha)
Contentos y felices, aunque ilusos e inocentes antes de sufrir la dureza del circuito
(fuente: http://www.sedentarios.net/2011/11/behobia-san-sebastian-superada.html)
(fuente: http://www.sedentarios.net/2011/11/behobia-san-sebastian-superada.html)
A las 11.00h empieza la B/SS. Sale el grupo uno. La música está a tope y una pantalla gigante permite seguir cómo salen los grupos previos. Está muy bien montado. A las 11.24 salen los primeros de los nuestros: Manel, Íñigo, Joan, Iñaki y Ferrán. Los veo por la pantalla gigante situada en la línea de salida. Me hace ilusión. Deseo que les vaya bien. A las 11.32, tiene su salida Salvador. Ya sólo quedo yo en Behobia. Por fin llega mi turno. A las 11.41h, casi con puntualidad británica, sale mi grupo, el 13.
Algunos del grupo de las 11:24, Manel, Iñaki y Joan
Tal como habían pronosticado los meteorólogos, hace mucho calor y un sol tremendo para correr. Salgo a un ritmo conservador. La aglomeración inicial de la salida no permite demasiadas florituras y mi cabeza me aconseja guardar fuerzas. No quiero pinchar a mitad de carrera y tampoco quiero sufrir por el flato. Así que voy concentrada. En la salida, muchísima gente animando. Es espectacular la de gente que a lado y lado del recorrido te van vitoreando. Realmente, te hacen sentir importante. En proporción somos pocas las corredoras inscritas así que a nuestro paso los típicos "aupa" van acompañados de "neska" (chica). ¡Cómo se agradecen esos ánimos! En los primeros kilómetros voy bien y tengo buenas sensaciones. Tras la recta de la salida, se pasa por la avenida Navarra de Irún, y todo ese kilómetro discurre por el centro de la ciudad. La tónica de animación es la misma: la calle está abarrotada.
Mis parciales en estos cinco primeros kilómetros son discretos, pero me parecen correctos para no desfallecer más adelante: 5:49, 5:36, 5:48, 5:48 y 5:24.
Pero el tramo más fácil se acaba pronto. Al llegar el kilómetro 6, comienza el alto de Gaintxurizketa y una de las zonas más dura de la carrera. Entre el kilómetro 6 y 8 aflojo mi ritmo todavía más. En estos tres, mis parciales son 5:24, 6:09 y 6:31 respectivamente. Veo a varios corredores tirados en el suelo y varias ambulancias... Al paso, miro y en cada caso espero no reconocer ninguna camiseta sedentaria....
Antes de finalizar el kilómetro 8 empieza la temida zona de toboganes de la carretera de Lezo, que se alarga hasta prácticamente completar el kilómetro 11. Me lo tomo con moral y con mucha calma. Aflojo muchísimo el ritmo. Intento mirar poco mi Garmin -aunque no lo consigo- para no desmoralizarme demasiado pero en algún momento en que lo he mirado, creo que voy a casi 7m/km. No me importa. 5:40, 5:47 en los kilómetros 9 y 10. A pesar de la dureza, el recorrido es espectacular. Mucho verde y mucha gente animando a ambos lados. ¡Qué gozada correr así! Ojalá en todas las cursas hubiera este ambientazo.
En el kilómetro 11 por fin termina la zona de toboganes y sigue una bajada hacia Lezo. Los siguientes kilómetros hasta el 16 son llanos aunque coinciden con la parte más fea del recorrido, la que pasa por el puerto de Pasajes, mucho menos concurrido de animación y donde ya las fuerzas comienzan a flaquear. En este momento, aprieto los dientes y subo el volumen de mi i-pod. Ahora no, no puedo fallar así que exijo un último esfuerzo final. Mis parciales de los kilómetros 11 al 16 son 5:49, 5:23, 5:36, 5:50, 5:46 y 6:12.
En el 17, travesía del barrio de Trintxerpe, donde comienza una corta pero dura subida al Alto de Miracruz. Aquí, mi Garmin de nuevo se dispara hasta los 6:24. Intento no desmoralizarme. La subida es dura, así que es normal que mi ritmo se resienta. A partir de este momento, ya todo es bajada. Ahora sí. Empiezo a ver el final.
En el 18, bajada hacia el barrio de Gros y la recta final hacia la playa Zurriola, por la Avenida de Navarra. Aquí el ambiente es espectacular. No sabría decir cuánta gente hay pero las calles están repletas a lado y lado. En este tramo final, los ánimos son imprescindibles. Las piernas se resienten de la dureza del circuito. Los ánimos y el griterío de la gente casi que te empujan hacia el final. Además, con tal ambientazo, cualquier pensamiento de parar se desvanece. El bullicio no para de animar y transmite esa fuerza que a estas alturas de la carrera ya hace falta. Veo ya el kilómetro 19, madre mía, no me lo puedo creer. Estoy a tocar de la meta. Ahora sí que aprieto los dientes y hago un último esfuerzo final. Pienso en todos los entrenos que he hecho para llegar hasta aquí y no me permito aflojar. En esta ocasión, lo consigo. No siempre es tan fácil. A veces, tu mente puede pero tus piernas no siguen; en otras, en cambio, la mente ya ni puede. En los últimos tres kilómetros me salen unos ritmos mucho mejores, 5:22, 5:17 y 5:17. La carrera lo merece.
Así pues, enfilo ya la Avenida de la Zurriola y al final identifico el Palacio de Congresos del Kursaal. Paso por el puente del Kursaal y la Alameda del Boulevard. Aquí hay muchísimo público y muchísima animación. Me sitúo a la izquierda y entre la multitud intento ver a nuestra animacion sedentaria: Marta, Ani, Laia y Esther. No consigo localizarlas. Qué lástima. Tampoco a Manel quien, tras haber acabado, también se ha unido al grupo para verme llegar. Gracias supporters por estar ahí. Seguro que, aunque sin veros, vuestros ánimos me han dado fuerzas. Cruzo la meta. Estoy muy contenta. También cansada, pero la satisfacción es tanta que mi cansancio queda en segundo plano.
Tiempo y parciales de Anna
A mi llegada, busco al resto del grupo. Todos lo hemos conseguido y estamos satisfechos. Nos hacemos algunas fotografías para la posteridad mientras comentamos los lances de la carrera. Manel ha llegado el primero. Su marca, 1:35:50. Ha sufrido por la dureza del circuito pero su tiempo refleja que ha merecido la pena. Tras él, Joan, con un registro de 1:43:22. Al poquito, el dúo Ferrán-Iñaki que han ido todo el rato juntos pese que, al final, el primero le ha sacado un segundo con un sprint final dudoso. 1:44:46 y 1:44:47, respectivamente. Muy cerquita, Íñigo, 1:48:45 que ha corrido algo tocado del gemelo y se lo ha querido tomar con calma, al igual que Salvador que, a pesar de estar también lesionado, la ha completado en 2:29:10. Aquí van todos los parciales.
Tiempo y parciales de Manel
Tiempo y parciales de Joan
Tiempo y parciales de Ferrán
Tiempo y parciales de Iñaki
Tiempo y parciales de Íñigo
Tiempo y parciales de Salvador
Contentos y exhaustos regresamos a Igueldo. Tras una buena y merecidísima ducha, nos vamos a comer. El fin de semana casi llega a su fin. Nos toca el viaje de regreso a Barcelona, con aquella felicidad que da el haber alcanzado un nuevo objetivo. La carrera me ha encantado, la ciudad también y la idea de combinar turismo con una cursa ha sido genial. Espero que no sea esta mi primera y única participación en la B/SS.
Menciones especiales
Y como "es de bien nacido ser agradecido", no puedo, ni tampoco quiero, finalizar mi triple crónica de la Behobia sin un apartado de agradecimientos.
- En primer lugar, a Iñaki -el "organizador" del grupo- puesto que lo ha gestionado y preparado todo para que no fallara nada. Desde el aviso para que nos inscribiéramos, allí por el mes de mayo, hasta el último detalle. Todo bajo control. Merci beaucoup.
- A Íñigo, que durante todo el fin de semana ha sido un excelente anfitrión de esta bonita ciudad que es Donosti y que, teniendo la familia aquí, también ha tenido tiempo para compartirlo con nosotros.
- A Manel que, conociendo mis miedos, ha entrenado conmigo, ha creído en mí y me ha hecho tener confianza para que pudiera afrontar con ciertas garantías la B/SS que tanta ilusión me hacía correr.
- Y finalmente, aunque no por ello menos importante, al grupo -Salvador, Ani, Iñaki, Íñigo, Marta, Will, Manel, Ferran, Laia, Joan y Esther- por hacer del fin de semana una bonita e inolvidable experiencia.
Te ha faltado poner la impresonante foto de la llegada del presi...
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