Castelldefels, 23 de octubre de 2011
La previa de la cursa
Domingo, 7:00am. Cosa extraña, no me cuesta levantarme. Hoy no. Es un día especial. Me estreno en una nueva distancia: los 21.097km de la media maratón y me hace mucha ilusión. No obstante, estoy muy nerviosa. A decir verdad, hace ya algunas semanas que lo estoy. Además, hoy he dormido poco. Ayer fuimos con Iñaki, Eli y Manel al Camp Nou para ver al Barça (gracias Iñaki por las entradas), y nos acostamos tarde. Espero que ello no merme mis fuerzas hoy.
Aún así, me levanto incluso antes de que suene el despertador. Como siempre, no altero mi rutina. Una ducha rápida, me visto y desayuno una tostada y un plátano. Me dirijo hacia el punto de encuentro de los Sedentaris. Extrañamente también, llego puntual. En el Canal Olímpic me encuentro con Iñaki, Will, Salvador, Marc, Íñigo, Toni, Manel y Diana. También nos encontramos con Karim, Marc (el míster) y Joan, de Runnersworld. Esta vez somos unos cuantos.
Algunos, con dorsal azul, harán el circuito de 10kms; los más valientes, de verde sedentari, correrán el de la media. Estoy bastante callada. Mi mente es testimonio de mis recelos (¿aguantaré?) y también de mi autoexigencia, quiero hacer una buena cursa y acabar satisfecha. Manel lo sabe y me da los últimos consejos. Las últimas semanas ha sido mi coach. Santa paciencia la suya, no sólo por entrenar a mi ritmo sino también por animarme y hacerme creer que seré capaz. So, thank you very much Manel! Yo también le deseo suerte y una buena cursa. También una petición mía: sea cuál sea el final, una mentira será bien recibida…
Mientras, recuerdo alguno de los entrenos que hemos hecho y que, como ya es tradición, hemos compartido vía whats con fotos de lo más variopintas…. Caras de felicidad con caras exhaustas y entrenos también en lugares distintos.
La cursa
Llega la hora de la verdad. Iñaki, Íñigo, Manel, Toni, Marc, Salvador y Ferran se sitúan lo más cerca que pueden de la línea de salida. Los dos beginners, Will y yo, salimos algo más atrás. A Diana, la pierdo de vista ya en la previa. A las 9am, empezamos a correr. La salida es un poco agobiante dada la cantidad de corredores que somos. No obstante, consigo ir sorteando a la gente y coger un buen ritmo. A la salida del Canal Olímpic, la cursa sigue el antiguo camino Barcelona a Valencia para seguidamente enfilar la larga y recta avenida Bertrán y Güell. Por suerte, la he corrido con Manel en uno de los entrenos previos y sé que es una recta pesada que llega hasta el mar, ya en Gavá. Esto me ayuda a no agobiarme. Los parciales de los cinco primeros kilómetros me salen algo por encima del ritmo previsto. Mis parciales quedan en 5:20, 5:21, 5:15, 5:19 y 5:14. Me noto bien, mis piernas responden, no voy ahogada y pienso que un cuarto de la carrera ya está hecho. Voy con Will y Marc y a pesar de que no intercambiamos ni una palabra, mediante gestos conseguimos comunicarnos y compartir sensaciones.
A continuación, el tramo por el Paseo Marítimo hasta llegar a la curva que da acceso a la avenida del Canal Olímpic. Aquí apreto un poco los dientes y pienso que el tramo con desnivel es corto y debo aguantar. Supero el puente. Me cruzo primero con Pau, que me anima y, al poco, lo hago con Manel. Ambos han hecho ya su primer paso por meta y enfilan la segunda parte de la carrera. Me noto bien y en ese momento me siento con fuerzas suficientes para afrontar todo lo que me queda. Con los pulgares, indico a Manel que voy bien. Él me hace lo mismo. Lo animo y añado un "tranquil, jo vaig molt bé". Olé y olé mi confianza en ese momento. En estos segundos cinco kilómetros, consigo mantener unos parciales bastante similares a los anteriores 5:10, 5:18, 5:23, 5:18 y 5:17. Paso por primera vez por meta con un registro de 52:57.
Comienzo la segunda mitad de la carrera y sé que deberé ser fuerte, física y mentalmente. El kilómetro 11 es exigente. A la salida del Canal hay un desnivel considerable puesto que hay una subida hasta cruzar de nuevo el puente que pasa por encima de la carretera. Justo aquí veo a Bea, la mujer de Pau que va con su hijo Guillem en el carrito. Ella corre los 10km y la meta la tiene a tocar. La animo. Me hace ilusión verla.
Sigo con lo mío, intentando no descontrolarme para que no aparezca el temido flato, uno de mis mayores miedos al iniciar este reto. Enfilo la recta del Paseo Marítimo en dirección Les Botigues. Me van cayendo los kilómetros casi sin darme cuenta. Nunca me había pasado antes. Voy avanzando y no necesito agua. También es extraño, muy extraño. A pesar de ello, voy cogiendo botellines de agua en los diferentes puntos de avituallamiento para refrescarme la cara y la cabeza. No tomo ni un trago.
De nuevo la misma situación de hace unos kilómetros. Me cruzo con Pau y Manel. Ellos ya resiguen el camino hecho y yo todavía lo estoy haciendo. Otra vez pulgar alzado para animar. En los kilómetros 11 a 15, mis parciales suben algunos segundos 5:17, 5:21, 5:23, 5:13 y 5:21 pero me sigo notando bien.
Llego hasta la rotonda que pone fin a este tramo, que coincide con el muro del paseo marítimo de Castelldefels, y enfilo el camino de regreso en dirección Gavá. En este momento, sobre el kilómetro 17, por primera vez flaquean algo mis fuerzas. Me digo que ya me queda poco y que no puedo bajar la guardia. En alguno de estos kilómetros finales, me cruzo con Iñaki, que ya enfila el tramo final. Le veo bien y a buen ritmo. Lo animo también alzando el pulgar. Me gusta correr en circuitos en los que puedes ver al resto de corredores, así siempre me cruzo con alguno de los Sedentaris que van delante de mí.
Los kilómetros 18 y 19 se me atragantan un poco pero enseguida veo el kilómetro 20. Antes de entrar en el Canal, veo a Eli, Marta y Martina, suppporters incondicionales, y tengo fuerzas para llamarlas. En este último tramo, mis parciales siguen subiendo aunque consigo no desfallecer. En los kilómetros 16 a 20, mi ritmo es de 5:26, 5:25, 5:26, 5:31 y 5:22.
En el último kilómetro hago un sprint final. Veo la meta a tocar. La felicidad es inmensa. Difícil de describir. Las semanas previas han sido de entreno y de sacrificio para salir a correr a pesar del día, de la hora o del cansancio. Tengo la recompensa a tocar y el subidón es tremendo. A escasos metros de la llegada, gritos de ánimo de Manel para que lo dé todo. Me gusta cuando me anima y está ahí. Esta media es también en gran parte suya. Espero esté tan contento y orgulloso como yo con mi début. Diana también está, aunque no la veo ni la oigo. No obstante, se lo agradezco un montón. Gràcies, Di per ser-hi.
El último kilómetro me sale a 5:12. Curiosamente mis mejores parciales coinciden con el primer y último kilómetro. Cruzo la meta y paro mi Garmin en 1:52:04. Estoy contenta, muy contenta: por mi tiempo, porque mis sensaciones son buenas y porque los entrenos con Manel han dado su fruto. Estoy menos agotada que cuando termino una cursa de diez. Pasada la meta, estoy como flotando. En mi cara, se dibuja una sonrisa que no puedo ni quiero borrar. Nos hacemos una foto en el pódium, la ocasión lo merece para todos.
El resto de Sedentaris que han participado también han hecho unos muy buenos registros. Mención especial merece Will, que también ha debutado en esta distancia y, casi sin ningún entreno, ha conseguido bajar de las dos horas y parar su crono con una excelente marca. Congrats, Will, eres un fiera!
Mitja Marató
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Manel Carrera
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1:36:43
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Íñigo Isaza
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1:42:32
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Iñaki García
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1:44:33
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Marc Lladó
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1:51:55
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Anna Busquets
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1:52:04
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Will García
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1:54:20
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10 km
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Toni Martínez-Ribot
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41:27
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Ferran Simarro
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45:31
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Diana Grau
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54:49
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Salvador Lladó
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1:06:15
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Esta ha sido mi primera mitja y me ha encantado la experiencia. Estoy convencida de que ninguna será tan fácil como ésta ni seguramente me saldrá tan bien, ni tampoco acabaré con unas sensaciones tan buenas. Esta es muy plana y prácticamente sin desniveles, algo que no es frecuente en esta distancia. Aún así, quiero repetir y volverme a probar. La próxima tirada larga será la Behobia de San Sebastián, el 13 de noviembre de 2011.
Tras la carrera, la merecida ducha y una excelente comida, organizada por Iñaki y Salvador.
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