martes, 17 de abril de 2012

Granada - Once again

Martes 17 de abril de 2012

Llego a Granada a las 8.55h. El vuelo llega on time.
Esta vez sí. Hace más de un año, el 9 de febrero de 2011, vine para hacer exactamente la misma conferencia de hoy. En aquella ocasión, con el auditorio lleno, tuvieron que cancelarla. Mi vuelo llegó a Granada a las 14.30h, tras pasar por el aeropuerto de Málaga y esperar allí unas cuatro horas. ¡Qué faena! Hoy, me apetece hacerla. Además, se la debo. El tema me gusta. “Las mujeres en China: de la sociedad tradicional a la actual”. Para prepararla he descubierto nuevos artículos, nuevas ideas sobre las que pensar. En el usb, mi powerpoint. En la cabeza, el esquema y lo que voy a explicar. Estoy nerviosa. Me preocupa la idea de hablar en público y quedarme en blanco.


El vuelo dura poco más de una hora. El tiempo justo para repasar mentalmente mi presentación.  En el avión, a mi lado una señora que al ver mis apuntes me pregunta si hace un año di una charla en Sants. ¡Qué pequeño es el mundo!


Ya en Granada. Hoy nadie me espera. Me tocará tirar de taxi. Cojo uno y me dirijo a la universidad. En el camino llamo a Lucía, la administrativa que trabaja en el Instituto Confucio, que organiza el ciclo. Por teléfono la chica me parece encantadora. Le digo que necesito un café. Estoy dormida. Muy dormida. No puede ser. Además, tengo mucho frío. Madre mía. A las 8.55, sólo 6 grados. Esto de la Sierra sí que se nota.

Sigo sus indicaciones. Me sugiere ir a la cafetería de la universidad. Así lo hago y me apoltrono en una mesa. Desayuno mi tostada, mi zumo natural de naranja y un café con leche. Olé olé. Luego deberé hablar hora y media así que mejor coger fuerzas. Al cabo del rato, aparece Lucía. La primera impresión confirma mi intuición telefónica. Una chica encantadora. Luego, a lo largo del día, lo corroboraré con creces. Subimos al aula donde se celebrará la conferencia. Me encuentro aquí con colegas. Los saludo. Alicia, Antonio, Javier y Pedro. Están iguales. El tiempo parece que no pasa para ellos.


Empiezo mi charla. Me siento cómoda. Creo que el público no desconecta mientras hablo. Esto es importante. Vital diría yo. Avanzo pero enseguida me doy cuenta de que voy mal. Me he comido la mitad del tiempo y me queda mucho todavía por explicar. Algún día aprenderé. Siempre me pasa lo mismo. El miedo a no tener suficiente te empuja a preparar demasiado material. Deberé correr para no dejar nada importante en el tintero. Me angustia un poco. Ninguno de los asistentes se mueve. Consigo terminar. Estoy contenta. Son las 14.30h. Dos horas de charla. Pienso en los pobres que me escuchaban. Atentos y diligentes. Unos cuantos, a lo tradicional, apuntan a manija lo que les parece interesante; algunos otros, más globalizados, lo twittean. Como en todo, para gustos colores.



Tras la conferencia estoy muerta de hambre. Lucía me propone ir de tapeo. Acepto encantada. La idea, comer algo rápido y luego irme a una conferencia que da Alicia. Este era el plan inicial. Luego se tuerce. Aunque no me importa, en abosluto. Alicia lo entenderá. Vamos de tapeo. Hace un sol espectacular y la temperatura, veraniega. 27 grados.
El sitio es entrañable.

  Patio granaino...se repira tranquilidad
Una preciosidad de lugar con sus florecitas

Cae la primera caña y con ella, una tapa de regalo. Tras la primera, la segunda. Y como no hay dos sin tres, seguimos.  Lucía también investiga sobre China así que es fácil iniciar nuestra conversación. Está acabando su máster. Le encanta. Se nota por la manera cómo me lo cuenta todo. Está emocionada. Del máster pasamos a nuestras experiencias en China y a temas más personales. ¡Cuántas coincidencias biográficas!


Hacemos un parón. Los whatsapp nos reclaman. Comparto con "Anna y los siete" el momento: "Conferència done. Ara a disfrutar d'un bon tapeo en una terrasseta granaina... This isl life".

 Migas con chorizo
 Croqueta "Los Manueles", especialidad de la casa.
Buenísima
 

Con Lucía seguimos de cháchara. Saltamos de un tema a otro. ¡Con qué facilidad hilvanamos los temas! Del tapeo, nos vamos a otro bar. Costumbre granadina  Cae otra birra. Ya no sé cuántas van. Mejor no contarlas. Seguimos hablando. La pobre tiene un trabajo para el viernes. Andamos un poco. La ciudad me fascina. Pequeña y acogedora. Con detalles preciosos.


Ya es media tarde. Sufro por Lucía. Debe empezar su trabajo ya. Me ha dedicado muchas horas. Gracias 'corasón'.  Sobre las seis, cojo un taxi hacia el aeropuerto. Ella, directa a casa para trabajar. Por si le consuela, le digo que mientras ella trabaje yo también lo haré, y le dedicaré el post. 


Llego al aeorpuerto. Los gendarmes de la guardia civil flipan. Mi vuelo es a las 22.00h. Son las 18.30h y yo ya embarco. Supongo que los agentes se habrán preguntado qué haré cuatro horas. También me lo pregunto yo. Granada's airport es poca cosa. Casi sin tiendas.  Me instalo en la terminal. Enchufo el portátil y me pongo a navegar. Son ya las 19.10h. Me ha pasado volando esta primera hora. Sólo me quedan 3h. Me lo tomo con filosofía. Aprovecho para escribir. Me gusta hacerlo. Estoy sola. Momento de relax total. Me apetece. Ojalá tarden mucho en llegar los otros viajeros. 

  Mi terminal durante casi 4 horas

Anoche en Granada

Son ya las ocho. Sigo sola. Por los altavoces varios avisos me hacen gracia. El primero,recuerda que esté atenta con mis pertenencias. 'Estoy sola', pienso. 'No hay nadie. ¿A quién debo temer?.' El segundo, recuerda a los pasajeros la necesidad de encontrarse en la puerta indicada a la hora establecida. Yo llevo ya dos horas aquí. Y las que me quedan…. En fin, sigo sola y sin nadie al que observar.... 


Sobre las nueve, empiezan a llegar los primeros viajeros. Parece pues que no viajaré sola. Oh là là, llega un grupo del inserso. Cómo cambia el escenario. Ya no más paz. Ahora parece  un gallinero.

 

Embarcamos sobre las 21.30h. A pie. No finger, no jardinera. Saco algunas fotos desde la escalera del avión. En la terminal no queda nadie.



Landed en Barcelona
A las 23.00h aterrizo en Barcelona. El día ha sido largo, muy largo. Pero genial. Nada que ver con lo que mi mente había imaginado. Granada me gusta. Cada vez, descubro algún bonito rincón. Hoy, Lucía ha puesto el broche de mi visita. ¡Gracias Lucía! Hasta muy prontito.

1 comentario:

  1. Eres muy grande! Gran admiradora de tu trabajo, vida profesional y personal, lo sabes... me veo reflejada en tí y, supungo que es muy, pero que muy bueno porque eres una ídola para mí.
    Miss you!
    Lu

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