viernes, 28 de octubre de 2011

Atlanta - Dimecres (De camí)

Matí

WhatsApp...
8:21 Ja a l'aeroport?
8:22 Nops! Encara de camí... hi ha caravana... i el meu vol surt a les 10am...vaig justa...
8:23 Tranquil·la, segur no hi ha tanta gent per embarcar un dimecres cap a Atlanta
8:23 Per on estàs?
8:24 Ja t'ho diré quan hi sigui... esperemos que tinguis raó


8:24 Entrant tot just a la ronda
...
8:30 Facturaré la maleta gran, i amb mi porto el bolso i el Vaio
...
8:31 Has agafat pelis nyonyas?
8:32 Un parell...ja em coneixes...deu hores de vol donen per molt
...
8:33 Tens molta feina allà?
8:36 Són tres dies de congrés (dijous a dissabte) i la meva intervenció l'he de fer dissabte migdia... la feina és escoltar les altres intervencions, intervenir, discutir... Guai pero tot en english...
8:38 Ja esctic a la C31 passant Viladecans
8:39 Aquí va millor i no hi ha tants cotxes
9:06 Ja amb la tarja... Ara només em falta control de seguretat
9:48 A l'avió. Espero que el whats em funcioni allà.
...


Tomado el vuelo...

Llego al aeropuerto muy justa de tiempo. Me he confiado demasiado. No hay ninguna otra explicación. En el camino intercambio varios whatsapps con Manel. Me dice que tranquila. Que llegaré. Que no habrá mucha gente volando a Atlanta un miércoles. Por suerte, tiene razón. Poca cola en los mostradores de check-in y en un plis tengo conmigo la tarjeta de embarque. Me dirijo a la zona de seguridad. Cómo lo odio. Prácticamente te desnudas: que si el cinturón, que si los zapatos, que si los anillos, que si el reloj…. En fin, consigo superar el control y me dirijo hacia la puerta de embarque. Whatsapps de Muriel que me desea suerte y también los intercambio con Gemma. Son casi las 9.15h y embarcamos. Me ha tocado ventana y como partner del viaje, una americana de Los Ángeles. Empieza ya mi práctica con el inglés. ¡Con lo poco que me gusta! Pienso en Alexia y lo bien que lo haría ella. Cierran puertas. Evelyn, la americana, me dice que se va a cambiar de sitio. Que se pondrá en la zona central del avión y cogerá para ella cuatro asientos. Los necesita. Para mí, perfecto: me quedo con dos asientos, el suyo y el mío. 

Tarde-noche

Aterrizando...

Las diez horas del viaje me pasan relativamente rápido. Combino la lectura de unos artículos para la conferencia con dos películas ñoñas –“ Life as we know it” y “Something borrowed”- y algunas horas de sueño. Llego a Atlanta a la hora prevista. Las 14.00pm hora local; para mí, las 20:00pm. Pienso para mis adentros que tendré toda la tarde libre para visitar la ciudad. Craso error. Tardo más de dos horas en conseguir salir del aeropuerto y superar todos los obstáculos. No recordaba lo paranoicos que son los americanos. Primero estoy más de una hora entera haciendo cola para pasar el primer control: el de los pasaportes. Mientras espero, una pareja que ha visto mi pasaporte español empieza a hablarme. Me explican que se dirigen a Arizona de vacaciones y que deben hacer una escala de cinco horas en Atlanta. Asiento con la cabeza y poco más. Ellos siguen hablando. Parecen agradables pero no tengo demasiadas ganas de conversar y ellos buscan desesperadamente a alguien con quien interactuar en la espera. Amplían horizontes y lo intentan con el chico que está a mi lado. Lleva una guitarra y este es el gancho para conversar. Le preguntan si es músico. Ya está liada. Él, como minutos antes yo, les responde con monosílabos y respuestas escuetas. Ellos insisten. Al final acaba siendo una conversación de cuatro hasta que conseguimos pasar el control de pasaportes. En la recogida de equipajes, perdemos de vista al chico argentino. Suerte la suya. 

Una limusina me espera...

Tras recoger mi maleta, sigo las indicaciones de “exit” pensando que allí me estarán esperando para llevarme al hotel. Mi primera sorpresa del día. De acuerdo con las indicaciones que había recibido, venían a recogerme en el “south baggage claim area”. Pregunto dónde queda y me dicen que debo dejar mi maleta y coger un tren hasta allí. No lo veo claro. La acabo de recoger y ¿tengo que dejarla ya? Me parece raro. Pienso que lo he entendido mal y pregunto otra vez a otra persona. Recibo la misma repuesta. Tras dejar la maleta, nuevamente debo hacer cola ya que debo pasar el control de seguridad. De nuevo, en fila india esperamos casi otra hora más. Aquí no tengo escapatoria. La pareja me explica que son oftalmólogos, amigos y residentes en Barcelona. Por fin consigo pasar el control de seguridad. Sigo las indicaciones para coger el tren. Ellos insisten en acompañarme. En el tren me pongo las gafas. Necesito estar atenta a la estación en la que debo bajarme. Uno de ellos aprovecha y me da su tarjeta por si alguna vez decido operarme de la vista. Me dice que me hará precio especial de turista. Por fin, el tren llega al “south baggage claim area”. Me bajo y busco las transportadoras. Mi maleta está, milagrosamente, allí. La recojo por segunda vez y me dirijo a la salida. Es como un “dejà vu”. A la salida, un montón de cartelitos y en uno de ellos, mi nombre. Mi segunda sorpresa. Me recogen con una limousine! Hago de guiri total: la fotografío y luego el chófer me saca una foto para el recuerdo... 

Llegando al hotel...

Nos dirigimos hacia el Emory Conference Center Hotel, que es donde me alojaré y donde se celebrará la conferencia. Llego al hotel. Está en las afueras de Atlanta. Me gusta. El entorno, todo verde. Pienso en lo bien que se podría entrenar por aquí. En la recepción, la chica me indica todo lo que necesito saber: mi habitación, el spa, la piscina el gimnasio, el restaurante…. Subo a mi habitación: la 3378. Son casi las 17.00h. Dejo las cosas, me ducho y pienso en salir. Estoy cansada. Me hubiera gustado ir a Atlanta pero decido posponerlo hasta mañana. Doy una vuelta por los alrededores. Me cruzo con bastantes runners y de nuevo pienso lo bien que entrenaríamos en un entorno como este. Se respira tranquilidad. La zona está repleta de las típicas casas individuales americanas con porche y con los también típicos buzones americanos situados en la entrada de la parcela. En algunas, ya se empiezan a ver las no menos típicas calabazas preparadas para el trick or treat” de Halloween. Regreso al hotel. El cansancio hace mella y decido bajar a cenar algo. Como un sándwich americano con french fries y regreso a la habitación. Estoy agotada. Son poco más de las 20.30h y decido acostarme. Mañana será otro día. 

26 octubre de 2011
South Baggage Claim - Limousine

Room 3378

my dinner

my room

3 comentarios:

  1. Me tienes alucinada, don de gentes, limusina, conferencia, turismo, pero niña te falta alguna cosa más por hacer en tu viaje relámpago??? A ver si es verdad y vemos las fotos. Pásatelo bien, disfruta y vuelve pronto.

    Correcaminos

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  2. Reivindiquem blog entirely in catalan!
    arnolfina ungry.

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