viernes, 28 de octubre de 2011

Atlanta - Divendres

Mañana

Mi plan para hoy...

Me despierto antes de lo previsto. Noto el jet lag. Aprovecho para repasar mi presentación una vez más. Todavía tendré que hacerlo otras tantas veces hoy.
Tengo tiempo de chequear mi correo. Recibo buenas noticias. Excelentes. No hay mejor manera de empezar el día. Reviso la agenda de hoy y la jornada será maratoniana. Desde las 9.00 hasta las 18.00, sesiones de trabajo. De 9.00 a 11.30, la primera. Después, el lunch break y finalmente, de 13.00 a 15.00 y de 15.30 a 18.00, las dos sesiones de la tarde. Finalmente, nos llevarán a cenar a un restaurante cantonés en Atlanta ( http://www.icantonhouse.com/). Exquisita comida nos han prometigo...ya se verá.

Primeras impresiones a mitad del día...

De momento, avanzo algunas fotos de la entrada del hotel, rodeado de verde y de mucha calma… es como estar en nowhere. También de mi desayuno, a las 8.30h: una tortilla con tostadas, un zumo, algo de fruta y un yogurth. A las 12.00h, he comido de nuevo.  No deja de sorprenderme la facilidad con la que me adapto a los horarios en otros países. Esta vez, he compartido mesa y tiempo con Ethan, de Boston, que se ha ofrecido luego a escuchar mi presentación puesto que mañana no estará, y Lucie, una profesora china a la que conocí en Hawaii en abril y que está trabajando temas bastante similares al mío. Tras la comida, comienzan las sesiones de la tarde… Esto es un suma y sigue.


hotel

at the entrance of the hotel

breakfast 28.10.2011

Lunch with Ethan and Lucille

lunch 28.10.2011
Tarde

Las sesiones de la tarde han sido intensas: cuatro horas de debate con un mini break de sólo veinte minutos. Acabo agotada. Finalmente no ha habido cena en el restaurante cantonés prometido. Quizá mañana. Por la tarde ha caído un diluvio universal y, por ello, la cena ha sido en un sitio más cercano al hotel. El restaurante no ha estado mal. Uno típico americano: hamburguesas, pizzas y french fries… El sitio, como el de las películas americanas. Una barra larguísima, enormes jarras de cerveza y los platos a rebosar de comida… Tras la cena tomamos un copa y de vuelta al hotel.

Halloween everywhere y everytime

Se nota que se acerca el día. En todas partes, encuentras calabazas para la ocasión. Al regresar de la cena, en la recepción me he encontrado con una estampa curiosa. Una mesa con diferentes versiones de la típica calabaza de Halloween. El chico me ha explicado que se trata de un concurso que desde hace muchos años celebran en el hotel. Cada departamento presenta su calabaza que, durante unos días, está expuesta en el hall para que, los que quieran, puedan votar. Tengo tiempo hasta el domingo así que le digo que prefiero votar mañana, así podré mirarlas de nuevo antes de decidirme. Voilà las fotos…









Debo acostarme, mañana también será un día largo. Antes releeré once again, mi presentación sobre la relación entre un pobre misionero dominico y un pirata chino llamado Koxinga. Para los más curiosos, ahí va el título: “Dreams in Chinese Pheriphery: Riccio and Koxinga’s ambition for the Philippines”. Sugerente, ¿verdad? Mañana os sigo contando….

1 comentario:

  1. Ja,ja,ja,..Y tu no les has ducho que sin castañas, panallets y moscatel tu no votas, hombre un poquito de sensibilidad con el resto de culturas no?? Por cierto por unanimidad mis fierecillas y yo votamos por la terrorífica ultima calabaza, la que se come calabacitas es digna de recibir un voto desde Barcelona.

    Correcaminos

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