sábado, 12 de mayo de 2012

Lausanne - Sábado

Sábado, 12 de mayo de 2012

Por la mañana
Amanece nublado. El cielo amenaza lluvia. Además, hace frío. Nada que ver con el soleado y veraniego día que tuvimos ayer. Desayunamos en casa. Al poco rato, empieza a llover a cántaros. Hacia las once, parece que el tiempo nos concede una tregua. Bajamos al centro. Sigue lloviendo, aunque muy poquito. La gente aquí ya está acostumbrada y va sin paragüas. Es un chirimiri constante aunque la verdad es que no molesta. Pasamos por delante de Nesspresso. Saco algunas fotos. Frente al edificio, una parada del bicing suizo. Las bicicletas están todas nuevecitas y bien dipuestas. Estos suizos están en todo.


Edificio Nesspreso en Lausanne

El bicing suizo

Por la tarde: Ginebra
Sigue lloviendo. No apetece demasiado salir pero queremos ir a Ginebra. Tras la comida y una siesta, a media tarde cogemos el coche. En poco más de cuarenta minutos, nos plantamos allí. Son las seis.


Ready to go

Por suerte para nosotros, para de llover. Sin embargo, hace frío y un viento tremendo. Ayer, estábamos a 25º. Hoy, el termómetro ha bajado hasta los 11º. El cuerpo lo nota. Vamos que si se nota... Cruzamos el lac Léman por el pont des Bérgues. Desde el puente, se ven los barcos que une las dos orillas del lago y también los taxis, más pequeñitos y curiosamente también amarillos.


Con Mireia, las dos muertas de fría y aguantando la ventolera




Por las calles, poquísima gente. Pienso que quizá se deba al día. Pero no, siempre es así. Las tiendas ya casi cerradas. En este país, a partir de las 18.00h casi no hay vida. Nos cruzamos con pocas personas y todas sin excepción, son extranjeras. Nos paseamos por la calle central de Ginebra, donde están las principales marcas y tiendas. Es el Paseo de Gracia suizo. Prácticamente todas las tiendas ya están cerradas. Las que lo hacen a las siete, apuran ya para cerrar de manera puntual. Faltan dos minutos para la siete e intento entrar en una tienda. No me dejan. Me dicen que ya cierran. ¡Cómo se nota que aquí no les hace falta esa última venta del día! Mi visita hubiera impedido cerrar puntual y habría sido fatal... prefieren perder una posible compra a cerrar unos minutos más tarde....




Paseamos casi una horita por la ciudad. Topamos con rincones bonitos y curiosos.





Empieza a hacer más frío y decidimos volver a casa. De camino, paramos en una especie de pequeño mirador desde el que se puede contemplar la ciudad de Ginebra. Saco algunas fotos más.







No quiero terminar este post sin añadir algunas curiosidades de Ginebra.

Jet d'Eau
Lástima, seguramente por el mal tiempo lo tienen apagado. Este es uno de los símbolos más famoso de Ginebra. Se trata de una fuente de agua, que alcanza hasta 140 metros de altura, y que en sus inicios, era simplemente una válvula de seguridad de una fábrica hidráulica. Hoy en día despide un chorro de agua de 140 metros de altura, con una media de más de 500 litros de agua por segundo y una velocidad, dicen, de más de 200km/h.

Holorge Fleurie
Es un enorme reloj de flores, situado al lado del jardín Anglais. Es muy bonito. En función de las flores que se plantan en cada época del año, el colorido varía de estación a estación.



Broken Chair
La silla rota. Situada en la entrada principal de la sede de la ONU, simboliza la lucha  contra la producción y uso de minas anti-personas.



Monumento Brunswick
Está junto al lago, al lado derecho. Según me explican, el duque de Brunswick, alemán de nacimiento, fue desterrado de su país y, tras refugiarse durante un tiempo en París, pasó a Ginebra, donde estuvo hasta su muerte, en 1873. Dejó a la ciudad una gran fortuna y en su testamento dejó establecido que deberían erigirle un mausoleo en una zona emblemática de la ciudad. Y así se hizo.  
 



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